jueves, 3 de marzo de 2011

DEMIAN, Herman Hesse.


Una de las novelas que supuso un punto de inflexión en mi vida fue DEMIAN, de Herman Hesse. Es una de esas narraciones que te tocan el alma, te remueven, te tensan hacia lo desconocido de ti mismo, hacia los abismos inexplorados y ncesarios para que el corazón avance.
Os presento un párrafo:
-La solidaridad -dijo Demian- es algo hermoso. Pero lo que vemos florecer por ahí no es solidaridad. Volverá a renacer del conocimiento del individuo por los individuos y durante algún tiempo transformará el mundo. La que hoy existe no es más que espíritu gregario. Los hombres se unen porque tienen miedo los unos de los otros; los señores se asocian, los trabajadores se asocian, los sabios se asocian. ¿Y por qué tienen miedo? Sólo se tiene miedo cuando se está en disensión consigo mismo. Tienen miedo porque nunca se han reconocido a sí mismos. ¡Una sociedad de hombres que tienen miedo de lo desconocido que anida en ellos! Todos se percatan de que sus leyes de vida no funcionan ya, de que viven según los viejos códigos y que ni su religión ni su moral corresponden a lo que necesitamos.

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