miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Política? Mejor jugar por jugar.

¿De dónde nace la política que nos rige? Cada lógica se opone con la misma fuerza a la lógica contraria: Acción, reacción, vaivén de criterios. ¿Dónde está la justicia que todos prometen? ¿La paz? ¿La verdad? ¿Podría ser posible otra política que naciese de una visión interior más profunda, lejos de la dualidad bueno-malo; que brotase de la conciencia más allá de la mente?
¿No encontráis similitudes entre los partidos y las visiones religiones más dogmáticas? Ambos venden felicidad, liberación, tierra prometida; ambos poseen credos férreos, sistemas morales, tabúes, prohibiciones y mandamientos; paraisos de felicidad y progreso e infiernos de ignominia. (¡Hasta lenguas beatíficas y malditas!) Ambos atan, ambos entierran la visión humana profunda, el más allá dentro de nuestras mentes y corazones.
¿No son los políticos los aristócratas modernos: riqueza, prevendas, privilegios?
¿No os provoca todo ello hastío, repulsión?
¿Hasta cuando?
En las últimas elecciones, he votado al PUM+J. No estoy haciendo propaganda de partido, pues no creo que ninguna acción política (aunque sea del PUM+J) vaya a solucionar la dolorosa marcha de la humanidad; pero ya puestos, pues jugamos. Me gustó, del PUM+J, su sencilla visión: simplemente quieren que el hambre desaparezca de la faz de la Tierra. Bonito y sencillo. No está mal. Jugar por jugar, sin demasiada pasión.
Os paso su emotivo vídeo promocional, protagonizado por Matt Harding, "increíble" bailarín. Al menos mueve más allá de las palabras. Al menos hay menos dualidad. Al menos bailan.

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